Descripción del curso

Ante el sombrío panorama de crisis internacionales, conflictos bélicos, terrorismo, desequilibrios económicos, problemas medioambientales, desorden moral y corrupción política, muchos cristianos, y hombres en general, pierden la esperanza y se sienten tentados a caer en el pesimismo y a abandonar la lucha. Frente a esta situación, Benedicto XVI, sale al encuentro en esta Encíclica presentando en horizonte de esperanza y animando a trabajar y a esforzarse para hacer frente a los males de nuestro tiempo, combatiéndolos con coraje.

Una de las afirmaciones clave de la encíclica es: «Quien tiene esperanza vive de otra manera, una vida nueva». Por eso, el papa quiere ofrecer un horizonte de esperanza a la humanidad y afirma que la vida "no acaba en el vacío". Precisamente este saber distingue a los cristianos. Señala el Papa que el marxismo ha dejado una destrucción desoladora. Pese a los agudos análisis de Marx, este olvidó que el hombre es libre y que un mundo sin libertad no sería un mundo bueno. Esta libertad necesita una esperanza que la oriente en medio del sufrimiento, las frustraciones y los fracasos de la existencia y de la historia. Habrá un Juicio de Dios, «que es nuestro consuelo y esperanza». Afirma que el progreso material ha traído nuevas posibilidades para el bien, pero también abismales posibilidades para el mal. La ciencia no redime al hombre, el hombre es redimido solo por el amor de Dios, el Dios que nos sigue amando «hasta el extremo».

Anima a una autocrítica del cristianismo que ha de superar la tentación de una religiosidad individualista. El cristiano, animado por la esperanza, ha de ser para los otros, ha de solidarizarse con todos.

Benedicto XVI subraya en el texto la doctrina sobre la existencia del purgatorio como dolor que transforma para el amor y del infierno como cerrazón definitiva al don de la alegría eterna, pero también precisa: si el Juicio Final fuera «pura justicia, podría ser al final solo un motivo de temor» para los hombres y que «en cambio la gracia nos permite esperar y encaminarnos llenos de confianza al encuentro con el Juez». Según el pontífice, es «imposible» que la «injusticia» de la historia sea la última palabra: «Dios es justicia y crea justicia. Este es nuestro consuelo y nuestra esperanza».

El Papa afirma que Jesús no trajo al mundo un mensaje «socio-revolucionario», sino algo mucho mayor: «el encuentro con el Dios vivo, con una esperanza más fuerte que los sufrimiento de la esclavitud y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo». Según el pontífice, Cristo hace verdaderamente libre al hombre y no somos esclavos del universo ni de las leyes y casualidad de la materia: «No son los elementos del cosmos lo que gobiernan el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir el universo. Somos libres porque el cielo no está vacío, porque el Señor del universo es Dios que en Jesús se ha revelado como Amor».

Termina con un himno a María como ejemplo de esperanza: «Santa María, tú fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Simeón, esperó “el consuelo de Israel” (Lc 2,25) y esperaron, como Ana, “la redención de Jerusalén” (Lc 2,38)».

Usted aprenderá

  • A tener esperanza, pues quien tiene esperanza vive de otra manera, una vida nueva

Requerimientos

Equipo Formativo

El equipo de formación esta conformado por sacerdotes expertos en formación que han brindado el apoyo para la creación de contenidos, así como laicos que gestionan las herramientas pedagógicas y tecnológicas para brindar el contenido evangelizador. 

Padre Antonio Rivero, L.C.

El padre Antonio Rivero nació en Ávila (España) en 1956. Entró a la congregación de los Legionarios de Cristo en 1968 en Santander (España). Se ordenó de sacerdote en Roma en la Navidad de 1986. Es licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca, en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y en Teología por la Universidad de santo Tomás también en Roma.Es doctor en Teología Espiritual por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) donde defendió su tesis el 16 abril del año 2013 sobre la dirección espiritual en san Juan de Ávila, obteniendo “Summa cum laude”.Realizó su ministerio sacerdotal como formador y profesor de Humanidades clásicas en el seminario en México y España. Fue vicario parroquial en la ciudad de Buenos Aires durante doce años. Durante diez años fue director espiritual y profesor de teología y oratoria en el Seminario María Mater Ecclesiae en são Paulo (Brasil), formando futuros sacerdotes diocesanos.Actualmente es profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y ayuda en el Centro Logos, en la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos. Ha dedicado y dedica también parte de su ministerio sacerdotal a los Medios de Comunicación Social.Ha publicado catorce libros: Jesucristo, Historia de la Iglesia, Los diez mandamientos, Breve catequesis y compendio de liturgia, El tesoro de la Eucaristía, El arte de la predicación sagrada, La Santísima Virgen, Creo en la Vida eterna, Curso de Biblia para laicos, Personajes de la Pasión, G.P.S (Guía Para Santidad, síntesis de espiritualidad católica), Comentario a la liturgia dominical ciclo A, Comentario a la liturgia dominical ciclo B, Comentario a la liturgia dominical ciclo C. Ha grabado más de 200 CDs de formación.Da conferencias en Estados Unidos sobre pastoral familiar, formación católica y juventud. Y finalmente imparte retiros y cursos de formación a religiosas, seminaristas y sacerdotes diocesanos en México, Centroamérica y donde le invitan.

Maynor M. Mijangos

15-Nov-2021

5

Gratis

Lección (es)

1

Nivel

Introductorio

Disponibilidad

De por vida

Diploma

Si

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